Messimania: El mayor beneficiado no es el PSG
A partir de la década de 1960, en regiones europeas comenzaron a comerciarse camisas con los colores que identificaban pueblos, sociedades, grupos o etnias En la medida que los torneos o competencias adquirían tintes de rivalidad social, racial, incluso generacional; portar un escudo especifico o un dorsal fuera del círculo social propio, era todo un objeto de identidad y culto.
Algunos ejemplos de las primeras rivalidades deportivas y regionales que inculcaron esa costumbre fueron Hallam vs Sheffield, Chelse vs Leeds, Manchester vs Liverpool, Arsenal vs Tottenham, Madrid vs Barcelona, Sevilla vs Betis, Inter vs Milan o el Rangers vs Celtic, por nombrar algunos. En esas rivalidades, resultaba impensable adquirir y portar alguna prenda (camisa, sueter o bufanda en climas fríos) con los colores del equipo antagónico.
Sin embargo, paulatinamente los fabricantes deportivos de los principales clubes internacionales evolucionaron la estética y estrategias de mercadotecnia para impulsar el consumo de camisetas más allá de las rivalidades, regiones y sobre todo el alcance de los “seguidores físicos” (los que asisten al estadio semanalmente).
El Paris Saint Germain es quizá el más llamativo de estos ejemplos, al combinar dos factores fundamentales: la experiencia de Nike en posicionamiento comercial global (por ejemplo: impulsando la NBA más allá de USA) con la infraestructura y visibilidad de París como capital internacional de la moda.
Precisamente París vive un instante de locura con la llegada del nuevo astro Leonel Messi y el frenesí por adquirir una camiseta comercial con su dorsal.
Aunque el inicio de la venta de la camisa empezó con grandes polémicas tras haber eliminado la mítica franja roja vertical que cruzaba el pecho, las críticas se disiparon al haberse confirmado que después de más de 20 años en Barcelona, Leo Messi sería nuevo jugador del Paris Saint-Germain
Aunque en su primera temporada Leo no portará su habitual dorsal 10, el número 30 conlleva un elemento histórico: con ese número debutó en Barcelona. Ingrediente suficientemente fuerte para que el consumidor sienta que, para Messi, el PSG es un nuevo inicio sin olvidar las raíces. Es decir: ¿si portando el dorsal 30 sorprendió una vez al mundo, imagínate si lo portara una vez más…sin duda, quisieras ser parte de esa favorable sorpresa cierto?
Este fenómeno no es para nada nuevo…de hecho ¿recuerdas otra estrella histórica del deporte, relacionada con Nike y que haya representado un nuevo inició?
¡Así es! En su regreso al basketball y a los Bulls de Chicago, su majestad Michael Jordan lo hizo con el #45 y no con su mítico #23. Al igual que con Messi hoy, en 1995 se desató la locura por adquirir su camisa y ¿que pasó después de un breve tiempo? … Jordan vuelvió a portar el #23
Que Messi estampe su nombre detrás de la camisa del PSG ha provocado enormes filas y escasez en la tienda de los Campos Elíseos. En la tienda virtual, la réplica original de la camiseta de Messi también se ha agotado incluso cuando su precio no era precisamente una oferta, pues el costo total de la camiseta, la impresión del dorsal y los parches de la manga de la Liga francesa era de 160 euros.
Es muy probable que al incio de las nuevas temporadas europeas, la camisa réplica (o versión aficionado) de Messi sea la más costosa del mundo. Ahora bien, si el precio es elevado y ya se agotó tanto física como virtualmente, pudiera suponerse que la venta de camisetas es un tremendo negocio para el #psg ¿cierto?
Pues no es cierto: y es que alrededor del mundo, los clubes no reciben un gran porcentaje de ingreso o regalías por cada camiseta vendida. En promedio menos del 9% del ticket de compra es recaudado por los Clubes. La mayor parte del ingreso es para la marca fabricante, ya que firma un contrato de patrocinio (o de fabricación) a cambio de una suma bastante elevada para el Club.
En este particular caso y de acuerdo con ESPN, el PSG y Nike han establecido un contrato hasta 2032 por una cifra anual de 80 millones de euros. Este acuerdo fue establecido pre-Messi, por lo que la llegada del astro argentino tendrá un aporte significativo en la amortización anual de esa cifra, especialmente porque las ventas de la camisa de Messi en Barcelona generaban ingresos anuales de 30 millones de euros al año.
Tanto Nike como su franquicia “Jordan” han sabido explotar la combinación del futbol y moda con toques similares a las piezas que vestía Michael como jugador. Una muestra son los shorts que usará el PSG en la temporada, pero también la indumentaria de nueva línea relacionada a los Toros de Chicago de los años noventa.
Otro producto que ha 'roto' la tienda del PSG fue la camiseta con la que Messi se presentó en el aeropuerto de París-Le Bourget y salió a saludar a la afición por primera vez. Una camiseta blanca con el lema 'Ici c'est Paris' de la línea de ropa del propio club que también se agotó.
A un precio de 25 euros, esta ha vuelto a salir a la venta con muy poas piezas disponible para que se agoten pronto y el consumidor mantenga la atención en las actualizaciones de las tiendas del PSG.
¿Y que pasa con Adidas? ¿Están aprovechando el cambio de Messi? Recordemos que ellos son el patrocinador personal de Leo.
Según Marca.com, Adidas prepara una campaña especial para celebrar la llegada de Messi a París con el lema "Messi c'est Paris" sobre fondos blancos. La indumentaria llevará el logo de la marca y también el del propio jugador. Adidas espera un éxito similar al de Nike con las camisas, aunque será muy peculiar ver a dos marcas rivales tratar de colgarse del mismo fenómeno contemporáneamente. Una nueva aventura en la que ambos caminan juntos.
